CÓMO SABER SI TENGO DEPRESIÓN

Por: Guillermo Mendoza Vélez, MD, MSc

Cuando las personas hablan sobre la depresión, por lo general se imaginan que se refiere a una tristeza profunda, más allá de lo normal, que impide que la persona disfrute las cosas y haga su vida diaria. Casi siempre la asocian a ciertos eventos negativos externos, que genera esta reacción. Por esa razón es que muchos no comprenden por qué alguien está deprimido si todo en su vida va bien, no ven las razones, no lo justifican. Y por es usual que den consejos bienintencionados como “pon de tu parte”, “mira todo lo que tienes, considérate afortunado(a)” o “no tienes razones para estar así”, y una de las peores “otros no tienen lo que tú tienes y no están tristes”.

Es importante distinguir la tristeza de la depresión. Todos sentimos tristeza, es algo de la naturaleza humana. A veces esta tristeza es muy fuerte, y limita nuestras actividades, nos desmotiva y nos hace sentirnos pesimistas sobre el futuro. Otras veces vivimos un duelo, el cual no es solo por muerte de un ser querido, sino también puede darse por una ruptura amorosa, la pérdida de un trabajo o una quiebra económica.

Pero la depresión es más que esto. Llamada en medicina ‘trastorno depresivo mayor’, se refiere a un cuadro clínico muy complejo, con muchas variables y numerosos factores que lo producen, de tipo biológico, de personalidad, social y experiencial, que generan una serie de síntomas múltiples que afectan de forma significativa la calidad de vida y la funcionalidad en los ámbitos personal, familiar, social y académico o laboral.

Cómo se Manifiesta la Depresión

La depresión es un estado clínico persistente, no es solo de horas o unos pocos días, sino a veces de semanas, o está presente de forma recurrente. Podemos dividir los síntomas de depresión en 4 grupos: estados de ánimo, síntomas físicos, pensamientos y conductas.

Los síntomas del ánimo son los más frecuentes y característicos, y siempre deben estar presentes para hacer el diagnóstico. El más típico es el ánimo triste la mayor parte del tiempo, no solo por momentos. La persona se siente muy triste, desanimada, sin motivación para hacer las cosas, a veces aburrida, sin ganas para moverse o incluso levantarse de la cama, o lo hace con mucho esfuerzo. Otro síntoma del ánimo que es un criterio diagnóstico es el llamado la anhedonia, que se refiere a perder el disfrute y placer de las cosas, en especial las que antes generaban mucho gozo, sea el tiempo familiar, el trabajo, los pasatiempos, experiencias, etc.

En cuanto a los síntomas físicos, debemos recordar que la depresión no se trata solo de ánimos o tristezas, es una alteración funcional del cuerpo, que inicia en el cerebro, en neurotransmisores y circuitos, y afecta varios sistemas metabólicos y endocrinos del organismo. Entonces, se observan manifestaciones como problemas para el sueño, sea insomnio, sueño fraccionado o exceso de sueño; hay dificultades para el apetito, ya sea aumento de éste, o, más frecuentemente, reducción o incluso la completa inapetencia; hay además enlentecimiento de los movimientos o inquietud, dolores musculares múltiples, sensación de cansancio o baja energía, o fatiga. También podemos incluir en estos síntomas las alteraciones cognitivas como dificultades en la memoria, en la atención y en la concentración.

Los síntomas de pensamiento también son característicos, y se refiere a una serie de ideas depresivas, a veces muy difíciles de cambiar, como la devaluación de sí mismo, la baja autoestima, la autocrítica desmedida, la idea de ser una carga, las ideas de culpa o de ser responsable de males ajenos, la sensación e un futuro desolador, la desesperanza, el infravalorar los talentos propios, entre otras. Y cabe mencionar en estos síntomas las ideas de que es mejor estar muerto, que las personas estarían mejor sin él/ella, o incluso de querer suicidarse; esto último merece todo un artículo, dada la importancia tan suprema.

Y finalmente, los síntomas de conducta. El llanto es la conducta más frecuente, y en ocasiones puede ser inmotivado. Pero también puede haber irritabilidad, agresividad, inquietud motora, aislamiento social, cambios en las reacciones ante los eventos o conductas erráticas. Algunas personas recurren a la autolesión, con cortadas superficiales en varias partes del cuerpo, arañazos o goles a sí mismo. Una especial mención son los gestos suicidas, que se refieren a actos que simulan una autoagresión, sin causar daño. Y el máximo nivel sería el intento de suicidio, cuando ya hay una clara intencionalidad de acabar con la vida, y la persona intenta hacerlo, a veces con éxito.

Y menciono la ansiedad en este apartado. La ansiedad, aunque no es un síntoma cardinal de la depresión, suele acompañarla, y se manifiesta con angustia, miedos profundos, sensación de desesperación, desasosiego, aumento de apetito, inquietud motora, pesadillas, cambios bruscos de estados de ánimo, entre otras cosas.

Consulta si lo necesitas

Como se puede ver, la depresión clínica es mucho más que estar triste por una situación negativa o adversa. Por esa razón es que los consejos de poner de parte de uno o no sentirse triste porque tenemos más bendiciones que otros, no funcionan, hasta irritan a las personas que pasan por una depresión.

Si presentas alguno de estos síntomas que mencioné, puedes estar pasando por una depresión. Por supuesto, no siempre se presentan todos estos síntomas, y hay diversos grados, puede ser algo leve o muy grave; pero, de todas formas, si esto lleva más tiempo de lo que puedes tolerar, o si se te está saliendo de las manos y no has podido manejarlo con tus propias estrategias de afrontamiento, es mejor recibir ayuda profesional.

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Guillermo Mendoza Vélez

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